jueves, 26 de julio de 2012

Bien amarradita

Cuando la princesita nació ya teníamos el asiento de recién nacido pero siendo honesta, no lo usé cuando salimos del hospital y no por necia si no por razones de logística, aunque les diré que si había un lugar seguro en ése momento para mi niña yo hubiese jurado que eran mis brazos...
Cuando comenzamos a salir a las citas médicas de rutina procurábamos usar el asiento y ella no protestaba ya que pasaba la mayor parte del tiempo dormidita, pensaba que ella se acostumbraría y pasearíamos por todos lados en el coche sin mayor problema, que inocencia la mía; los problemas comenzaron cuando me deje influenciar y cometí el primer error: ir sentada junto a ella cuando mi esposo manejaba y el segundo cuando permití que la sacaran del asiento mientras conducía para que dejara de llorar.
El primer error me costo casi media hora de llanto mientras hacíamos un viaje en carretera porque la nena se despertó en un tramo en el que no podíamos orillarnos y al no verme junto a ella se asusto, al principio intenté calmarla hablándole pero su llanto se incrementó y yo sentía que me apretaban el corazón por no poderla abrazar y decirle que todo estaba bien y que ya pronto llegaríamos a casa, cuando pudimos parar la tome del asiento, la abrace y amamante mientras secaba sus lágrimas y le prometía que siempre estaría con ella.
El segundo error provocó paseos de pesadilla en lugar de salidas alegres... Al salir de casa y todo el viaje de ida siempre eran una maravilla, pero de sólo pensar en el regreso comenzaba a ponerme tensa y la princesa también pues tan sólo al sentarla en la silla era un llanto que nos permitía avanzar cinco minutos para de inmediato ubicar un lugar donde estacionarme, pasarme al asiento trasero y amamantarla con la finalidad de que durmiese al menos la mitad del camino.
En más de una ocasión estos errores me abofetearon parada en pleno tráfico con mi pricesita llorando a todo pulmón y pensando que si en algún momento se privaba en llanto no me importaría nada y me bajaría para sacarla de esa silla que las dos llegamos a odiar. Por fortuna los bebés crecen y cuando ya no quedó más remedio que cambiar la silla de auto fue lo mejor que nos pudo pasar, una preciosa silla rosa acojinada que ve hacia el frente; si leyeron bien ve hacia adelante, yo también se que al menos debíamos esperar hasta el año para usarla, pero cuando la compramos cometimos un error y ya no pudimos hacer el cambio.
Hoy les puedo decir que cuando salgo con la pequeña y mi esposo ella va atrás en su silla y nosotros adelante a menos que hagamos un viaje largo porque debo amamantarla, pero lo mejor es que cuando salgo con ella aunque vayamos con la familia cada una va en su lugar con sus cinturones de seguridad bien puestos hasta que llegamos al destino (aunque pongan cara de "te gusta que esté amarrada" cuando quieren llevarla en brazos) y de regreso puede dormir tranquilamente mientras mamá canta cualquier canción vieja que encuentra en la radio en tanto llegamos al hogar dulce hogar.

martes, 24 de julio de 2012

En un abrir y cerrar de ojos

Las buenas nuevas incluyen una princesa que comenzó a gatear justo una semana después de que su padre y yo planeáramos la compra de un corralito para evitar accidentes cuando estuviera lista para explorar la casa, lo cuál me convirtió automáticamente en guarda espaldas de tiempo completo, porque además hay que agregar que la pequeña ve patas de sillas, mesa o cualquier lugar de donde pueda sostenerse para incorporarse como si fuera a caminar en cualquier momento; sin duda la decisión de no usar andadera fue la mejor, ahora habrá que luchar contra los zapatitos de suela dura y optar por los pies descalzos para evitar los problemas ortopédicos.
Los juguetes de mordedera ya quedaron atrás y ahora prefiere los que hacen ruido o bien los pequeños que puede aventar justo al lugar más lejano del que se encuentra, los berrinches están a la orden siempre que no se le permita darle una mordida al celular más cercano o a algún control remoto, por lo que ya tengo preparadas las toallitas desinfectantes y los guantes para darme a la tarea por las noches.
Y lo mejor sin duda son los aplausos, cada vez que mamá hace una gracia la nena aplaude emocionada y con una sonrisa que derrite.
Cuánto ha crecido mi beba en un abrir y cerrar de ojos...

miércoles, 18 de julio de 2012

Querida familia...

Querida familia,
Me alegra el amor y cariño que le tienen a la princesa, me encanta que cada vez que la ven le hagan sentir que es la única niña en el mundo y que merece todo...
Pero no, aún no puede comer la fruta de temporada... No, ni siquiera una probadita... No es que yo no quiera, el pediatra así lo indico...
No, a la princesa no se le antoja el guisado de pollo, nos ve comer e intenta imitar lo que hacemos... Si también me lo dijo el pediatra...
La voy a bañar cuando llegue a casa para que se duerma tranquila... Ah¡ ustedes ya la bañaron  y la cambiaron
No, no va a tomar leche de fórmula porque le doy pecho... Se que no se queda con hambre porque tengo buena producción
Comió hace veinte minutos, no tiene hambre...
La acabo de revisar, no esta mojada ni ha hecho popó...
No sé si va a ser bailarina de ballet, tahitiano o jazz...
Tampoco sé si le va a gustar el fútbol americano, soccer o el rugby...
Si, aún le doy pecho y no tengo fecha límite,
Si, duerme en su cuna, pero cuando despierta la acuesto en nuestra cama y eso me hace feliz...
Los conocimientos a lo largo del tiempo se han transmitido de padres a hijos en forma de consejos y ejemplos, pero siempre con un límite, y nosotras como madres debemos aprender a poner los nuestros, nunca faltará alguien que se ofenda o que se sienta ignorado, pero unicamente nosotras y nuestra pareja sabemos como queremos educar a nuestra cría.
Así que, querida familia, estoy muy agradecida con ustedes pero quien esta criando a esta princesita soy yo...

jueves, 12 de julio de 2012

Como dar pecho y no morir en el intento

Realmente sería un buen título para un libro, mejor dicho para un audio libro, porque cuando ya tenemos a la cría (como dicen por estas tierras) lo menos que podemos hacer es dedicarle cinco minutos a un libro.
De las primeras cosas que me interesaron mientras estaba embarazada de la princesita fue el dar pecho, así que el día que dieron la plática sobre lactancia en el club de la embarazada no me la perdí, nos enseñaron que la cabeza del bebé debe quedar a la altura del pliegue del codo y que con la mano libre debemos tomar el seno formando una "c" para que la leche salga correctamente, también  nos enseñaron que debemos ejercitar los pezones jalandolos y apretando un poco para que se acostumbren a la succión, pero no demasiado porque puede provocar contracciones, aprendí que hay mujeres que tienen pezones planos o hacia adentro y que con ejercicios pueden amamantar perfectamente a su bebe, pero creo que lo más significativo al menos para mi fue el como evitar que se agrieten los pezones y es tan simple como ponerte unas gotas de tu propia leche después de cada toma y esperar un poco a que seque, gracias a ése consejo no he sufrido hasta el día de hoy por ninguna grieta.
A veces les dirán que cuando baja la leche duele o te da temperatura, para evitarlo les recomiendo que se den baños de agua un poco más que tibia y que el agua caiga en los senos, así como un ligerisimo masaje circular. También les recomiendo que se compren los sostenes de lactancia porque son cómodos para alimentar al bebé, en cuanto a ropa prefieran la que tenga botones al frente y de preferencia que sea obscura al menos hasta que controlen los horarios de las tomas, si van a usar camisetas o playeras polo, compren blusas ligeras de tirantes para usar debajo, para que se sientan cómodas al levantarse la ropa.
Compren los protectores de lactancia, si sirven, sobre todo cuando estas en la calle para que no se moje la ropa y en casa pueden usar toallitas de bebé o trapitos suaves, porque cuando das pecho de un lado el otro generalmente escurre un poco.
Olvidense de las mantitas para esconder al bebé mientras dan pecho, si es verdad que al principio da un poco de pudor el sacarte un seno en plena calle, pero es un acto natural y al que no le guste que no vea, además los bebés sudan mucho mientras comen porque hacer esfuerzo en la succión, así que mejor tengan a mano una toalla limpia para secarle la cabecita.
En verdad mamis primerizas, dar pecho es la mejor decisión que pueden tomar, van a recuperar su peso más rápido, se olvidan de comprar biberones, esterilizarlos, comprar fórmulas que muchas veces le hacen daño al bebé, pueden tranquilamente dormir a sus angelitos justo a ustedes y darles de comer sin levantarse de su cama, van a criar hijos sanos, seguros, fuertes.
Como siempre, siento que hay cosas que se quedan pendientes, pero por ahora es todo...