Mis primeros seis meses como mamá primeriza han sido una locura, ¡Los mejores de toda mi vida! Desde que nació la princesita hasta el día de hoy no he dormido ocho horas seguidas, he aprendido a comer con el plato a no menos de diez centímetros de distancia, a bañarme en cinco minutos, conozco el olor de mi nena cuando tiene sucio el pañal y sé cuando ya debemos de cambiar de etapa, ya deje de tener un horario para amamantarla y he decidido que coma cuando tenga hambre o sed, a cocer verduras y hacer papillas, hoy sé que lo mejor para quitar las manchas de popó de la ropita y las de comida de los baberitos es pre-lavar con jabón liquido para trastes, que solo se necesitan palmadas suaves para que la nena eructe y que si le pongo el talco al pañal le va a evitar rozaduras; también sé que la vitacilina bebé le alivia pronto las rozaduras y que es bueno dejarla sin pañal un momento durante el día.
Si, es verdad, ya sé muchas cosas, pero tan sólo son seis meses y tengo mucho más que aprender, además estoy segura que me falta escribir muchas más cosas que he aprendido y que quiero compartir con todas las mamis que están pasando por las mismas situaciones y tienen un mundo de dudas, pero a éstas horas sólo pienso en dormir un poco antes de que la princesa lance su primer grito para que la acueste conmigo, sin embargo aquí estoy por si alguna lanza alguna pregunta.
Lo mejor de estos meses ha sido sin lugar a dudas despertar cada mañana junto a mi niña y ver esa sonrisita sin dientes cada vez que le doy su beso de buenos días.
Si, es verdad, ya sé muchas cosas, pero tan sólo son seis meses y tengo mucho más que aprender, además estoy segura que me falta escribir muchas más cosas que he aprendido y que quiero compartir con todas las mamis que están pasando por las mismas situaciones y tienen un mundo de dudas, pero a éstas horas sólo pienso en dormir un poco antes de que la princesa lance su primer grito para que la acueste conmigo, sin embargo aquí estoy por si alguna lanza alguna pregunta.
Lo mejor de estos meses ha sido sin lugar a dudas despertar cada mañana junto a mi niña y ver esa sonrisita sin dientes cada vez que le doy su beso de buenos días.